UN VIAJE DE ESPERANZA
Un hasta pronto fue el que en los aires corrió, por mi partida al sur a la tierra que me vio nacer. Gracias a un gobierno que logró destruir las esperanzas de muchos, que como yo, salimos con un par de maletas y una pena muy grande en el corazón al dejar a la familia que por alguna razón de peso no pueden salir.
Espero que pronto pueda establecerme y lograr poder viajar a menudo a ver a mis familiares y amigos que quedan en Venezuela, pero ahora me toca difícil; empezar de cero en otro país donde mi experiencia de más de 12 años trabajando, se ve disminuida por el poco conocimiento de un mercado nuevo. Pero así como yo, muchos venezolanos crecieron en este rincón del mundo viviendo excelentemente, y dándole a su familia la oportunidad de vivir en libertad y sin restricciones.
Ahora sencillamente me toca a mi "echarle bolas" en una tierra que me abre sus puertas de forma amble, de la misma manera que Venezuela recibió a mis padres con sus cuatro hijos; 35 años después regreso como extranjero a la tierra que me vio nacer en una primavera, ahora como un deja vu familiar me toca a mi, caminar la senda del emigrante.
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